¿Has oído hablar de la ley de la atracción pero no entiendes de qué va? ¿O sabes de qué va pero al intentar aplicarla no te ha funcionado? ¿Te has encontrado repitiendo automáticamente una serie de afirmaciones frente al espejo que no te han traído ningún resultado? Aquí te cuento 22 cosas que tienes que saber para entender la ley de la atracción y usarla a tu favor. Si tienes dudas puedes dejarme un comentario o enviarme un correo. ¡Muchos éxitos y disfruta de tu viaje!
- La ley de la atracción es universal y está actuando todo el tiempo, lo sepamos o no, lo querramos o no. Atraemos vibracionalmente lo que somos, y somos lo que pensamos y sentimos. Siempre estamos atrayendo, co-creando experiencias.
- Algunas de esas experiencias nos gustan y otras no. Todas nos ayudan a definir qué deseamos y qué no y, por lo tanto, todas nos acercan a la materialización de nuestros deseos. Lo que te propongo es que aprendas las herramientas para usar la ley de la atracción solo a tu favor, para atraer solo lo que tú deseas y vivir así tu vida como la super creadora que eres.
- ¿Por dónde empezar? Empieza por observar qué está pasando en tu realidad interna, en tu mundo interior. ¿Qué historias te cuentas? ¿Cómo te sientes cuando te dices lo que te dices? Chequea cómo responde tu cuerpo cuando escucha tus pensamientos. ¿Te entristeces? ¿Te angustias? ¿Te alegras? ¿Te empoderas? ¿Te encoges o te expandes? ¿Cómo respiras? ¿Cómo late tu corazón?
- Considero que los momentos ideales para hacer este auto chequeo son por la noche antes de irse a dormir y durante la mañana, antes de comenzar con tu día. Si tienes que elegir alguno de los dos, te sugiero ir con el de la mañana. La herramienta que para mí ha sido clave es la meditación. Quince o veinte minutos en silencio contigo. Si no tienes experiencia meditando, te recomiendo comenzar con una sencilla meditación Vipassana, puedes encontrar muchos vídeos en Youtube. Aquí te observas, te miras, prestas atención a lo que hay en ti. Puede ser útil que tengas a mano un cuaderno para que, después de la meditación, anotes los pensamientos o sentimientos que te hayan surgido. Personalmente, las meditaciones incluídas en los libros de Joe Dispenza me han servido muchísimo.
- También hay otras herramientas muy valiosas, como el acompañamiento terapéutico o de coaching, llevar un diario, realizar otro tipo de meditaciones, como las meditaciones en movimiento, etc.. El sostener una práctica para la auto observación es fundacional. Cuando te observas traes a tu conciencia lo que hay dentro de ti, te familiarizas con ello y puedes empezar a distinguir lo viejo (lo que has venido haciendo hasta ahora) para empezar a crear lo nuevo (cómo quieres sentirte de ahora en más). Al traer a la conciencia lo inconsciente, notar cómo ya no te quieres sentir. Poder identificar y observar a tu viejo yo es el comienzo para comenzar a desprogramarte: ya eres nueva versión de ti observando lo viejo ¡y creando lo nuevo!
- ¿Sabes lo que quieres? O (más importante aún) ¿sabes para qué lo quieres? Hay una canción de la banda argentina Sumo («Lo quiero ya») cuyo estribillo dice “No sé lo que quiero pero lo quiero YA”. YA. ¿Te ha pasado? Lo que sucede es que no estamos casi nunca buscando esto o lo otro, sino maneras de sentirnos, emociones. Deseo mas dinero, por ejemplo, para experimentar mayor libertad; deseo una pareja para tener la oportunidad de compartir más amor, etc.
- Ahora viene la buena noticia: Lo que sea que quieras sentir lo puedes experimentar ahora, YA. Eso va a abrir la puerta para que tus deseos se materialicen. Eso es la ley de la atracción: plantar hoy las semillita de lo que deseas vivir en el futuro. Ya lo dijo el gran Albert: si buscas resultados distintos, no puedes seguir haciendo siempre lo mismo.
- Ya te puedo escuchar… «Pero Laura, ¿cómo hago eso? ¿Cómo me siento rica antes de serlo? ¿O cómo me siento enamorada antes de estar en pareja? La clave es no poner el foco en eso particular que quieres (ese empleo de tu sueños, la pareja que palpitas), sino -de manera más general- en la emoción que deseas sentir o que imaginas que sentirás cuando tengas eso que deseas. «¿De qué otra manera me hablaría Dios, si no fuera a través de mi imaginación?» (Juana de Arco). ¡Usa la imaginación, es una herramienta poderosísima! La «realidad» está sobrevalorada… 😉
- Luego, se trata de practicar esta emoción en tu presente. Haz lo que tengas que hacer para sentirte bien, así como imaginas que vas a sentirte cuando tu cuenta del banco esté llenita o cuando tu novio te lleve el desayuno a la cama. Si te vas del presente, ¡vuelves! Una y otra vez. Esto es cien por ciento práctica. Acá te lo dice con pasión el bombón de Anthony Hopkins: «Believe, believe, believe! Even if you don’t believe, play the game of bielief. Act as if you believe. That’s power!» Cree, cree, cree. Aún si no crees… ¡cree! Juega el juego de creer. Actúa como si creyeras. ¡Eso es poder!».
10. Esta práctica de observarte, de elegir tus pensamientos y de poner el foco en sentirte mejor, va a hacer de ti una persona más libre, feliz y plena. Tanto que casi vas a olvidarte de tu cuenta del banco o del novio… ¡Y ahí es cuando va a aparecer todo junto! Y seguramente será mejor de lo que creías. ¡Tu corazón es tu abracadabra! La magia, la verdadera magia, la que no necesita de trucos, está en tu corazón, que es una especie de laboratorio de alquimia ambulante que transforma tu presente a través de lo que decides sentir.
11. Primero el qué, después el cómo. Lo que sea que deseas va a llegar, sí o sí. Tú relájate y concéntrate en cómo te quieres sentir. No es necesario que te ocupes de cómo va a llegar. ¡El Universo entero se está encargando de que te llegue de la mejor manera! Confía. A veces eso que quieres va a llegar como lo imaginaste, a veces va a llegar de una manera completamente novedosa. A veces vas a llevar a cabo algunas acciones para reunirte con eso que deseas (ya hablaré de las acciones inspiradas versus las acciones desesperadas) y a veces te caerá del cielo, así de fácil, como el maná que alimentó al pueblo judío durante su camino por el desierto.
Tú relájate y concéntrate en sentirte bien y en ser feliz HOY. Hay muchas herramientas que puedes usar para reconectar con tu alegría: llevar un «diario de milagros» o uno de gratitud, hacer un visor board (a mí me encantó este), tener siempre a mano una lista con las cosas que te dan placer y te dibujan una sonrisa instáneamente. A veces yo solo digo en voz alta: «Quiero sentirme bien, contenta, por favor Universo tráeme una experiencia que me alegre en este momento». Si tienes la intención de sentirte bien, nunca falla. Como me dijo una vez mi querida amiga Patri: «Cuida tu jardín y las mariposas vendrán solas».
- Una vez que tienes esta práctica, empieza un viaje que, te repito, va a ser incluso más gratificante que el resultado que deseas obtener. Es un viaje en el que irás disolviendo una a una las barreras que te separan del amor que eres. Al final, vas a ver que ese resultado será solo la fresa (la guinda o la frutilla, depende desde dónde me leas) del postre.
- A lo largo de este camino vas a observar qué piensas (qué te dices) y cómo te afecta eso que te dices. Paso a paso, vas a empezar a ver la relación entre lo que habita adentro tuyo (tus pensamientos y tus emociones) y las experiencias que atraes a tu realidad externa. ¡Vas a conocerte y a amarte más! Vas a sentirte más libre y vas a tener relaciones más ricas y sanas, empezando por la relación más importante: la que tienes contigo.
- Tenemos mucho para hablar sobre las emociones, pero antes de avanzar quiero que hagamos un raconto. Para utilizar la ley de la atracción a tu favor es necesario:
- Observar las historias que te cuentas y lo que te dices (tus pensamientos) y qué genera en tu cuerpo ese diálogo interno (tus emociones). Es fundamental crear un espacio para la auto observación y mantener la práctica de observarse.
- Transformar lo que te dices y con ello transformar cómo te sientes.
- Practicar con persistencia y disciplina pensamientos que generen emociones que te hagan sentir bien y que se asemejen cada vez más a lo que imaginas que sentirías si lograras eso que tanto deseas.
- Ahora sí, hablemos de la sabiduría de las emociones. La emoción es energía en movimiento (e-motion) y es una señal en el camino que nos indica dónde estamos, no hacia dónde queremos ir. Si me siento bien, sigo por ese camino. Si no me siento bien, es genial poder darse cuenta (para eso observamos las emociones) y es necesario hacer ajustes para continuar el viaje, si es que quieres llegar adonde quieres llegar y no a otra parte que tal vez te agrade menos.
- A las experiencias que nos muestran que estamos yendo hacia dónde NO queremos ir las llamamos desafíos o experiencias de contraste. Son super necesarias para ayudarnos a seguir delineando hacia dónde SÍ queremos ir. Nos muestran dónde hay que sanar, dónde hay que ajustar, qué partes nuestras necesitan más atención, presencia y amor. Así que, ¡bienvenidas! Como dijo Winston Churchill: «Nunca desperdicies una buena crisis«.
- El para qué. ¿Qué pasaría si, ante cada desafío con el que nos encontramos nos preguntáramos «¿para qué?» en lugar de «¿por qué?». ¿Cambiaría nuestra interpretación del desafío? La primera pregunta nos coloca inmediatamente en el lugar del estudiante curioso que tiene el deseo de aprender. Es el camino del autoconocimiento que, más temprano que tarde, nos llevará a encontrarle un sentido al desafío y a resignificar y liberar la incomodidad y el dolor que nos produjo. ¿En qué camino crees que te coloca el preguntarte «¿Por qué?».
- ¿Qué hacer con las emociones disruptivas? (enojo, tristeza, decepción, ira, vergüenza, etc). Gestionarlas y sentirlas con todo. Sentirlas sin contarte historias que te generen sufrimiento. Si me martillo un dedo siento dolor. Hago lo que puedo para dejar de sentir dolor y en un momento el dolor se acaba. Ahora, si además de haberme martillado un dedo me digo cosas como «eres tan tonta, no haces nada bien, ni puedes usar un martillo», etc, eso va a generarme un sufrimiento que permanecerá aún cuando se vaya el dolor. A esto me refiero con «no contarte historias» y solo sentir, en crudo. Cuando una emoción disruptiva se roba la escena hay que preguntarse: «Si esto no fuera importante no me sentiría tan mal. Qué es lo que sí quiero y deseo en relación a esto?». Y luego, ir paso a paso poniendo la atención en lo que quiero en lugar de en lo que no quiero. Cuando ponemos el foco por mucho tiempo en lo que no queremos terminamos atrayendo más de eso. Cuida tu atención!
- Te recomiendo el libro «La sabiduría de las emociones», de Norberto Levy, un trabajo que me ha ayudado muchísimo para entender y empezar a desdramatizar mis emociones y encontrar mis «para qué». En Youtube está el audiolibro, dividido en capítulos (puedes comenzar por este sobre la culpa, pero están todos. ¡Gracias, Mujer de Libros!)
- Algo que tienes que saber: en mi experiencia personal y profesional, he observado que no siempre es tan fácil el camino de liberarse de ciertos patrones de pensamiento y, por ende, transformar el pensamiento y las emociones. Por eso repetir afirmaciones o realizar otras prácticas automáticamente rara vez funciona. Hay bloqueos persistentes y a veces tan densos como el Muro de Berlín. Hay bloqueos intergeneracionales, hay bloqueos inconscientes y, por más disciplinados que seamos con nuestra meditación y nuestros pensamiento, no es posible disolverlos fácilmente y volvemos a tropezar una y otra vez con la misma piedra. Aquí entran en juego herramientas de trabajo más profundo como los procesos de acompañamiento terapéutico o de coaching (aquí puedes leer lo que yo te ofrezco).
- Hay que ser dulce, suave y paciente con las emociones y cuidarnos y amarnos mucho mientras atravesamos procesos emocionales disruptivos. Por lo general, no es posible pasar de una emoción que nos produce muchísimo dolor a una que nos genera alegría radical. En lo personal, yo uso la escala emocional que recomienda la GRAN maestra de la ley de la atracción Ether Hicks (Abraham-Hicks). Debes identificar primero dónde te encuentras y, desde ahí, elegir mejores pensamientos (encontrar tus «para qué») que te generen emociones que te hagan sentir mejor, e ir «subiendo» escalón por escalón.
- Alegría/ Conocimiento/ Poder Personal/ Libertad/ Amor/ Gratitud
- Pasión
- Entusiasmo/ Ilusión/ Felicidad
- Expectativas Positivas/ Creencia
- Optimismo
- Esperanza
- Satisfacción
- Aburrimiento
- Pesimismo
- Frustración/ Irritación/ Impaciencia
- Agobio
- Decepción
- Dudas
- Inquietud
- Culpabilidad
- Desánimo
- Ira
- Venganza
- Odio/ Rabia
- Celos
- Inseguridad/ Remordimientos/ Falta de autoestima
- Temor/ Desconsuelo/ Depresión/ Desesperación/ Impotencia
- Ahora ya cononoces las bases de la ley de la atracción y cómo usarla a tu favor. Es solo el comienzo de un viaje en el que vas a recorrer tu geografía interna. Vas a andar y desandar mapas, descubrir lugares ocultos, visitar los sitios de siempre como si fuera la primera vez, y vas a crear mapas nuevos. ¡Te deseo lo mejor! ¡Disfruta del camino y ya me cuentas cómo te va!