¿Cómo se siente habitarte?
¿Cómo se siente estar dentro de ti?
¿Cómo te hablas?
¿Te gusta lo que escuchas?
¿Qué ves cuando te miras al espejo?
¿Te cuentas la verdad?
¿Cómo recibes esa verdad?  ¿Qué es para ti el amor propio?

Cuando me divorcié le hablé al Universo:

«Ahora lo que deseo es enamorarme de mí, de la vida, de Dios. ¡Guíame!»

Ese deseo lanzado a las estrellas ha sido el comienzo de la historia de amor más profunda, apasionada y enorme de mi vida: amarme.

Radical y apasionadamente.

Imagínate estar contigo y elegir serte leal siempre.

En las buenas, en las malas, cuando la realidad es como tú quieres y cuando no.

Imagina no juzgarte, perdonarte, abrazarte.
Imagínatelo por un rato y ahora dime:

¿Cómo te sientes cuando te das y recibes tú ese amor que tantas veces has compartido con otros?

¿Cómo se siente tu cuerpo?

Ahora quédate en esa sensación, dejándote apapachar por la lluvia de amor que te estás dando.

Viajemos juntas en el tiempo a un día de finales de febrero de 2018

Yo había ido a Puerto Morelos (Riviera Maya, México) a hacer el primer curso intensivo de mi formación de coaching.

Al finalizar, me tomé unos días de descanso para ir a la playa.

Una tarde estaba recostada bajo una palapa, mi cuerpo satisfecho después de haber pasado todo el día disfrutando del mar y del sol, comiendo y tomando cosas ricas.

En el parador había unos chicos tocando música en vivo.

Cuando comenzaron los boleros me puse a cantar con ellos con mucho gozo porque me encanta cantar.

En un momento sentí una brisa riquísima sobre mi piel salada, llena de pecas nuevas, explotada de amor: «Wow, estoy disfrutando de música romántica, cantando, no extraño a nadie, estoy perfectamente feliz en mi propia compañía, ¡estoy de luna de miel conmigo!».

Así comenzó mi práctica de romancear conmigo.

Diseñé este camino de acompañamiento para que profundices el amor por ti y por la maravilla única e irrepetible que eres.

Tú, con todos tus colores, con todas tus emociones, con tus luces y tus sombras, con tu perfecto desmadre.

Finalmente, ¿qué te parece si como fiesta de graduación planeamos TU viaje de luna de miel contigo?

No es necesario que sea un viaje a un destino exótico, puede ser una aventura en tu misma ciudad.

Recuerda que una de mis grandes pasiones es viajar y lo he hecho muchísimo sola. ¡Tengo mucho que compartir!

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